La puerta al final de la Tierra, Richard Heys
Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte.
Michel Houellebecq, Las partículas elementales, Anagrama, Barcelona, 2010 (1998).
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