Cupido y Psique, Edvard Munch
La música, un aceite que engrasaba dos cuerpos desnudos, seres a los que se les había arrancado el caparazón (¿de qué frágil cualidad se vuelve el hombre despojado de su cáscara textil?); larvas que, en el espejo, parecían desprovistas de estructura interna, incluso de piel, mutilados pedazos de carne que se buscan.
Rafael Chirbes, París-Austerlitz, Anagrama, Barcelona, 2016, pp. 76-77.
2 comentarios:
bella manera tienes de interpretar tu vida
Qué bonito
Juan andrés
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