Sín título (Fantasmagoría de la identidad), Nikos Kessanlis
El retroceso de las habilidades de socialidad se ve fogoneado y
acelerado por la tendencia, inspirada por el modelo de vida consumista
dominante, a tratar a los otros seres humanos como objetos de consumo
según la cantidad de placer que puedan llegar a ofrecer, y en términos de
“costo-beneficio”. A lo sumo, los otros son valuados en tanto
compañeros-en-la-esencialmente-solitaria-tarea del consumir, compañeros
de alegrías consumistas, cuya presencia y activa participación pueden
intensificar dichos placeres. Perdido por el camino ha ido quedando el
valor intrínseco de los otros en cuanto seres humanos únicos e
irrepetibles, así como la preocupación por el cuidado de la propia y
ajena especificidad y originalidad. La solidaridad humana es la primera
baja de la que puede vanagloriarse el mercado de consumo.
Zygmunt Bauman, Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2005, p. 104.
1 comentarios:
No sabía que también le dabas al ensayo posmoderno...Un beso.
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