Pararrayos, Guillermo de Torre
domingo, 24 de julio de 2011
PARARRAYOS
Un vuelo de miradas acribilla la noche
Cada relámpago
es un ojo de Argos
El viento nos golpea con sus puños
La tempestad dispara sus pistolas automáticas
Las estrellas tocan a rebato
La noche se extravía
y tactea los cuatro puntos cardinales del horizonte
Los tejados inundan sus lagrimales
Descarrila el tren de las horas
La tormenta enciende sus carteles eléctricos
Todos los transeúntes
cambian sus reflejos
se encienden y se apagan simultáneamente
En la pizarra atmosférica
se dibujan los guarismos relámpagos
Epilepsia de las alturas
Dios deposita sus injurias en los pararrayos
Cuándo
el pirotécnico celeste
agotará su stock de cohetes?
Guillermo de Torre, Hélices, Centro Cultural de la Generación del 27, Málaga, 2000, página 47.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario