I'm not there, Pol Úbeda
EL CUADERNO AZUL Nº10
Érase una vez un tipo pelirrojo que no tenía ni ojos ni oídos. Tampoco tenía pelo, de modo que decía que era pelirrojo por decir algo.
No podía hablar, puesto que no tenía boca. Nariz tampoco tenía.
Por no tener, no tenía ni brazos ni piernas. Tampoco barriga, ni espalda, ni espina dorsal, ni tripas de ninguna clase. ¡No tenía nada de nada! Así que no hay forma de saber de quién estamos hablando.
Bueno, será mejor que no sigamos hablando de él.
Érase una vez un tipo pelirrojo que no tenía ni ojos ni oídos. Tampoco tenía pelo, de modo que decía que era pelirrojo por decir algo.
No podía hablar, puesto que no tenía boca. Nariz tampoco tenía.
Por no tener, no tenía ni brazos ni piernas. Tampoco barriga, ni espalda, ni espina dorsal, ni tripas de ninguna clase. ¡No tenía nada de nada! Así que no hay forma de saber de quién estamos hablando.
Bueno, será mejor que no sigamos hablando de él.
Daniil Jarms, Me llaman capuchino, Automática, Madrid, 2012, p. 21.
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