NATIVIDAD 2000
María envolvió al bebé recién nacido en una manta y salió a la calle. Se le habían secado prematuramente los pechos y las monedas no le alcanzaban ni para comprar una lata de leche. Su marido la abandonó apenas supo que estaba embaraza, llevándose los únicos bienes que podían ser vendidos o empeñados: sus herramientas de carpintero.
Recorrió las calles buscando una esquina propicia para instalarse a pedir limosnas. Pero era un día feriado, las tiendas estaban cerradas, la gente se había recogido temprano a sus casas, y sólo pasaban autos apurados salpicando las pozas del pavimento.
Al llegar al centro de la ciudad, descubrió un pequeño establo de madera, iluminado con luces de colores, que adornaba la plaza principal, entre el edificio de la Gobernación y la Catedral. Vio que bajo el pesebre había una cama de paja, rodeada de animalitos de cartón.
Estaba por anochecer y se avecinaba otro temporal. En esas condiciones era peligroso seguir buscando con el bebé a cuestas.
Depositó a la niña en la cama de paja, y siguió su camino.
No esperaba ningún milagro.
Juan Armando Epple, Con tinta sangre, Thule, Barcelona, 2004, p. 67.
2 comentarios:
Te deseo que pases unos felices días Raquel. He disfrutado mucho leyendo "Por el envés del tiempo" y te quería felicitar. Feliz Navidad y lo mejor para el 2012
Muchas gracias, Marcos. Me alegra que te haya gustado. Felices fiestas, y mis mejores deseos para el nuevo año.
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